A la hora de analizar si un proyecto puede hacerse realidad, es necesario contemplar tanto el escenario en el que se desarrollará como su naturaleza, sus características, su viabilidad, sus armas para competir, sus elementos diferenciadores con lo que ya existe en el mercado y, en demasiadas ocasiones, su capacidad para ser atractivo a inversores y consumidores.
En su nacimiento y constitución una buena presentación es un elemento necesario que la idea empresarial sea “vendible” a los inversores/organizaciones que tienen que aportar el capital, la infraestructura o la colaboración necesaria para que el proyecto vea la luz.
Así, es tan necesario investigar en profundidad la viabilidad de la iniciativa empresarial como tener un documento -que muestre su ADN, sus características, su capacidad de desarrollo, su coste y su potencial- capaz de atraer a los potenciales compañeros de viaje. Este documento es un buen Plan de Empresa.
Existen muchos tipos de Business Plans, ya que su estructura y formato debe adaptarse tanto a las características del negocio como al tipo de inversores que se quiere captar.
En líneas generales, debe contar con varios elementos multimedia y no limitarse a un texto. Además del texto, los gráficos, las fotografías, los análisis numéricos, los esquemas explicativos, e incluso los vídeo, pueden ser herramientas muy útiles para hacer que un proyecto llame la atención en una presentación. En ella deben quedar claros las líneas básicas del negocio y la viabilidad del mismo.
Puntos básicos que no debes olvidar
– Explicar la idea de negocio de forma clara, apoyándose en datos objetivos, de manera que la persona receptora de la información (potenciales clientes, fuentes de financiación, socios futuros, posibles proveedores …), comprenda claramente en qué consiste el negocio y pueda verificar su viabilidad, tanto el aspecto de la rentabilidad económica, como en la viabilidad material en cuanto a las necesidades de recursos humanos y técnicos. Identificar quiénes son los fundadores, su formación y su experiencia es uno de los elementos principales para hacer un plan atractivo.
– En este documento se tiene que enumerar los recursos necesarios para que el proyecto triunfe, tanto humanos como técnicos.
– La explicación de la iniciativa tiene que incluir una hoja de ruta de los pasos a seguir en el proceso de constitución de la empresa y su operativa.
– En el análisis del proyecto, el plan de presentación debe permitir a un tercero localizar los riesgos que se pueden derivar del negocio. Al citarlos también se pueden esgrimir posibles soluciones a ellos o cómo se pueden minimizar.
Desarrollo
El Plan puede ser leído por diferentes personas e instituciones, por lo que debe ser claro y conciso en los diferentes apartados que incluye.
Es aconsejable que incluya un índice y un resumen al inicio, que explique en primera instancia algunos de los apartados que se desarrollarán posteriormente. En este desarrollo es bueno incluir varios datos objetivos.
Los puntos de un plan de empresa
Aunque no existe una norma fija, un plan de empresa debe contener una serie de aspectos de obligado desarrollo que atañen a diferentes dimensiones del proyecto y la empresa futura.
El desarrollo de los mismos, y el carácter exhaustivo en su proceso de elaboración (la inclusión de cifras reales del propio mercado, referencias a informes ya elaborados, propios o agenos basados en trabajo de trabajo de campo), incidirá en la mejor consecución de los objetivos señalados antes y la utilidad del mismo.
Puntos básicos de un plan de empresa:
1.- Presentación de la idea y la empresa.
Este punto consiste en la explicación de la idea de negocio y de la empresa donde se expone el producto/servicio y sus ventajas competitivas.
Se debe explicar en qué consiste el producto, la necesidad que satisface, cómo se va a vender, quién es el público objetivo y donde se ubica.
Respecto a la empresa, hay que señalar el nombre elegido, la ubicación, y aspectos relativos a la producción del bien o servicio, y cuales son los objetivos y la estrategia a seguir a corto, medio y largo plazo.
2.- Descripción de los promotores.
Implica la inclusión del currículo de los socios, donde se señale de manera destaca las actitudes relativas a la idea empresarial que se quiere desarrollar.
Es importante también ofrecer información acerca de las motivaciones que conducen a la voluntad de realizar la empresa y un perfil personal de cada uno de los promotores.
3.- Un análisis DAFO.
Es un análisis típico que implica la observación de los puntos fuertes y puntos débiles de la empresa y del producto/servicio (Debilidades y Fortalezas) cruzadas con los aspectos relativos al mercado y el entorno (Oportunidades y Amenazas), en los que hay que contemplar el comportamiento de consumidores y potenciales clientes, conocer a la competencia y que ofrece, conocer a los proveedores, los condicionantes legales, etc.
Este análisis debe ser lo más exhaustivo posible, e incluir una estrategia para trabajar y fortalecer esas Debilidades, y sortear o convertir esas Amenazas en una oportunidad.
4.- La estrategia de la empresa y los objetivos.
Del análisis anterior surge la estrategia y los objetivos a conseguir.
5.- La forma jurídica y la justificación de dicha elección.
Para adoptar una forma jurídica u otra es necesario contemplar diversos aspectos que condicionarán la elección, además de que constituye un factor que determina la organización de la empresa en lo relativo a los repartos de funciones de los socios fundadores, sus participaciones, la redacción de los estatutos, en la que se determina el funcionamiento de la empresa.
6.- Un análisis de mercado
Del sector en el que se desarrollará la actividad y sus características en un ámbito geográfico determinado. Implica la obtención de información acerca del público potencial al que se dirige el bien o servicio, y la competencia y sus productos.
7.- La organización interna: producción y recursos humanos.
Una descripción clara de los activos necesarios para producir un bien o servicio (proveedores, precios, transporte, recursos humanos necesarios y sus funciones y características).
8.- El plan de comercialización, marketing empresarial y marketing comunicacional.
Incluye la estrategia comercial y el modelo de las cuatro p’s: producto, precio, promoción y punto de comercialización.
9.- Análisis económico y financiero que demuestre la viabilidad de la empresa.
El análisis económico y financiero debe ofrecer un balance realista, en el que se contemplen unos ingresos factibles. La presentación de este balance, y bajo esas premisas, permiten controlar qué objetivos de ventas son necesarias en función de los gastos.
10.- Financiación
Si se necesita financiación, porque no se dispone de capital propio, se ha de especificar cuáles son las condiciones del mercado y de dónde procederá ese capital, o como se abordará el retorno del mismo.
11.- Agenda de los pasos a seguir.
El Plan de Empresa debe contemplar todos aquellos trámites referidos tanto a la constitución de la sociedad como a los de puesta en marcha con su correspondiente calendario de actuaciones.
12.- Anexos.
Incluir todos aquellos documentos que sean necesarios para apoyar y demostrar lo expuesto en los apartados.